Descargar Mi mamá y el Sr. Guapo contra el mundo novela en EPUB | PDF | MOBI
De que tema va Mi mamá y el Sr. Guapo contra el mundo novela
Reseña literaria de Mi mamá y el Sr. Guapo contra el mundo novela
Mi mamá y el Sr. Guapo contra el mundo novela pdfMi mamá y el Sr. Guapo contra el mundo novela pdf descargar gratis leer online JoyreadContemporáneo
Amor después del matrimonio
Desenlace feliz
Venganza
Embarazo
Contraataque
Ricos
Bebé inteligente
Emocioanl
Mujer súper poderosa
Mosquita muertaCapítulo 1Era una noche oscura en la que las pesadas cortinas envolvían la habitación, dejándola en completa penumbra. Dos cuerpos se apretaban en la cama. La respiración del robusto hombre era agitada; sus movimientos eran salvajes. Nicole estaba tan dolorida que en varias ocasiones quiso apartarlo. Sin embargo, al pensar en su madre, que estaba en el hospital, se obligó a luchar contra el impulso de resistirse a él. Apretó los dientes, dejándole hacer lo que quisiera una y otra vez… Después de un largo, largo tiempo, él al fin cayó en un profundo sueño. Aguantándose, Nicole salió tambaleándose de la cama, se vistió y se fue. Maquillada de forma exquisita, Queenie Anderson se dirigió a la puerta de la habitación, tranquila. —¿Cómo te fue, hermana? ¿Serviste bien al joven señor Joseph? —preguntó. La miró con suficiencia y vio a la lamentable Nicole. «¿Y qué si Nicole es bonita y sobresale en sus estudios? Al fin y al cabo, sólo merece ser mi sustituta, ¿no es así?», se burló. Nicole apretó los dientes al tiempo que levantaba su terca y bonita carita. La voz se le cortó cuando respondió: —No olvides lo que me has prometido, Queenie. —Los 200.000 han sido transferidos a tu cuenta —respondió mientras le devolvía el teléfono. Luego, con una voz mezquina llena de desdén y burla, añadió—: Nunca lo olvidaría. Es el dinero por el que te has prostituido, después de todo. Sus venenosas palabras apuñalaron a Nicole en el corazón, como una daga. Pero intentó calmarse. Después de recuperar su teléfono, se apresuró a ir al hospital. Después de que la joven desapareciera por completo de su vista, Queenie dejó escapar un frío resoplido y abrió la puerta de la suite. Joseph Mann era el hijo menor de la familia Mann. A pesar de su desagradable reputación, su padre, Robert Mann, le tenía mucho cariño, ya que había nacido cuando la pareja ya era mayor. «Esta noche, Joseph ha sido alcoholizado, para que no se percate del cambio. Cuando vea la sangre en la cama, ¡seguro que asumirá la responsabilidad de lo ocurrido! Si no fuera porque Joseph sólo prefiere a las vírgenes, no le habría dado la oportunidad a Nicole, ¡esa zorra!», pensó Queenie. Sin embargo, en cuanto se desnudó y se metió en la cama, el hombre se despertó de repente. Al instante, le agarró la garganta con su fuerte y gran mano, exudando un aura asesina por cada uno de sus poros. —¿Quién eres? —cuestionó. Su voz era ronca, con un ligero rastro de lujuria por haberse acostado con alguien, pero su comportamiento era dominante y muy diferente a su actitud usual. Una estupefacta Queenie levantó la vista, sólo para descubrir que el hombre que estaba encima de ella no era Joseph. Era Colton Gardner, la persona que en ese momento estaba al frente de la Familia Gardner. La familia Mann estaba muy lejos de los Gardner en la escala social… … Cinco años más tarde, Nicole, vestida con una gabardina larga, se paseó con tacones altos entre la multitud del aeropuerto de Goldwick, llamando la atención de muchos con su bello rostro y su figura de infarto. Al volver a la conocida ciudad, no pudo evitar sentirse aturdida. Aunque había conseguido una gran cantidad ese año, cuando llegó al hospital, su madre había fallecido. Según el médico, el hospital la había llamado muchas veces cuando su madre estaba en sus últimos momentos, pero ella no contestó. Estuvo a punto de sufrir un colapso cuando se enteró, ya que cuando el hospital la llamaba, ella estaba en la cama de Joseph, ¡y su teléfono estaba en manos de Queenie! En otras palabras, ¡fue Queenie quien le robó a su madre su última oportunidad de sobrevivir! Al principio, había querido acabar con su vida después de hacer los preparativos para el funeral de su madre. Sin embargo, se vio frenada por el bebé que llevaba en su vientre… De repente, la clara voz de un niño la sacó de su aturdimiento: —¡Apúrate, mamá! ¡Estoy reventando! El ánimo de Nicole se levantó en el instante en que bajó la cabeza y vio la tierna carita de su hijo, que estaba roja por su esfuerzo por aguantar el pis. —Ahora quieres ir, ¿eh? Te dije que usaras el baño en el avión, pero seguías negándote. —¡Mamá! —Hayden Anderson hizo una mueca con los labios, quejándose. —Muy bien, el baño del aeropuerto está por allí. Vamos —respondió Nicole, acelerando el paso y guiando a su hijo a través de la multitud antes de que llegaran a su destino—. ¿Puedes arreglártelas solo? —le preguntó, agachándose un poco. Cuando volvían del extranjero, su hijo insistía en que lo llevaran todo consigo, por lo que le resultaba muy incómodo seguirlo estando tan cargada. —Sí. No te preocupes, mamá. Saldré en un minuto —respondió Hayden mientras trotaba hacia el baño. Parecía que no podía aguantar mucho más. Nicole estaba cargando su maleta y esperando fuera cuando su teléfono móvil sonó de repente en su bolsillo. Al ver el identificador de llamadas, frunció el ceño. «¿Por qué me resulta familiar este número? Pero siempre guardo en la lista de contactos los números de las personas con las que tengo relaciones laborales…», pensó. No obstante, respondió a la llamada. Una voz femenina de disculpa sonó de inmediato: —Lo siento, Sra. Lisa… La voz de la mujer era respetuosa y le resultaba familiar, pero Nicole no recordaba conocer a ninguna persona con una voz así. —¿Quién habla? —preguntó desconcertada. Durante los últimos cinco años, había ampliado sus estudios de diseño de moda. Luego, un cazatalentos la descubrió y se incorporó a F&M Apparel como diseñadora jefe con el nombre en clave de «Lisa». Al principio, Nicole había querido llevar a Hayden a visitar la tumba de su madre. Pero resultó que la sucursal de F&M Apparel en el país estaba en conversaciones con Corporación Gardner, una empresa líder en el país, para una asociación, por lo que su jefe le pidió que ayudara en el proceso. Mientras tanto, Queenie bajó la voz al otro lado de la línea para que sonara más suave: —Señorita Lisa, soy su asistente aquí. Se supone que debo recogerla, pero tengo que ocuparme de algo importante en este momento, así que estoy muy ocupada…