Descargar Contratado para Amar de Alicia Colwell en EPUB | PDF | MOBI
Reseña del libro Contratado para Amar de Alicia Colwell
Reseña del libro Contratado para Amar de Alicia Colwell
Contratado para Amar de Alicia Colwell pdfContratado para Amar de Alicia Colwell pdf descargar gratis leer onlineHenley acepta pretender salir con el millonario Bennett Calloway por una tarifa, y se enamora mientras se pregunta: ¿cómo está involucrado él en la falsa condena de su hermano?El hermano de Henley Linden está en la cárcel por un crimen que no cometió y ella aceptará cualquier trabajo para recaudar el dinero necesario para liberarlo. Pronto, ella accedió a pretender salir con el millonario Bennett Calloway por diez mil dólares, para que su madre aliviara la presión sobre él para encontrar una esposa. Pero una vez que Henley se involucra en el mundo de Bennett, él se enamora de ella y ella también comienza a sentir algo por él. A pesar de su romance con Bennett, a medida que se acerca a los Calloway, Henley se da cuenta de que de alguna manera están involucrados en la condena de su hermano. Al adentrarse en un mundo de riqueza y conspiraciones, Henley se ve obligada a confiar en Bennett, aunque hacerlo podría costarle todo.«Bennett, es hora de que te establezcas con alguien». Levanté la panorama desde adonde estaba descansando en mi sofá Vig Chesterfield, a parte de lance para eludir ratear el temporal, como me había enseñado para producir. Al apoyo estaba mi cañada, que me lanzaba una inspección de desaprobación tan profunda que casi, casi hice un balanceo para sentarme adecuadamente. Su cara era la precisión de burla. Nariz delgada hacia en lo alto, resaltes rojos satánicos contraídos. Ya sabía hacia dónde se dirigía esta reunión y dejé que mi mejilla cayera sobre el fresco pellejo con un resuello. «¿esto otra vez?» Yo tesoro. «Tienes casi treinta años, Bennett», dijo, cruzando los brazos sobre el seno, las muchas manillas forradas con diamantes en sus brazos tintineando mientras tanto se movía. Su mechón oscuro estaba amarrado en un moño apretado en la parte superior de su vanguardia, dándole un brisa severa por todas partes. Levanté una ceja hacia ella. «Tengo veinticinco años. Realmente no creo que esté junto a los treinta». «Tu productor y yo nos casamos cuando teníamos veintidós años», dijo con ciudadanía. «Es hora de que acentos de originar el tonto y suscitar ruidos y efectuar que nuestra casta quede mal…» «Yo no hago terminar mal a nuestra familia—» “—y es hora de que comiences tu propia parentela para que podamos darle una conveniencia original al afín usufructuario de nuestro negocio”, insistió. Me empujé aun sentarme, asegurándome de lijar mi suéter, para no darle poco más de qué gemir. «Entonces, ¿esperas que conozca a alguien ahora y me enamore de él, me case y tenga hijuelos? No funciona de esta manera. Bueno, posiblemente funcione ahora en momento con todas las aplicaciones de visitas que existen, pero estoy así no.» «Hay muchas aristócratas jóvenes individualistas en ti. La hija de Cecil ha estado pidiendo tu preparación en casamiento desde que vosotros dos tenían cinco años. Ella asimismo es harto hermosa». Levanté una ceja hacia ella. «Los connubios aseados judiciales inmediatamente no son una cosa en Estados Unidos. Estamos en 2015, no en 1765. No quiero casarme con alguien solo porque macana a nuestro negocio». «¿quieres un himeneo hecho de amor?» preguntó ella, su señal adquiriendo un viso duro. «Las tribus ricas se casan con otras gentes ricas para abrigar su caudal. Es lo que todos nuestros ancestros han originado ayer que nosotros y lo que seguiremos haciendo. Así es como mantenemos vivo nuestro negocio». Discutir con ella fue inútil. «No estoy interesado en el enlace en este día, eso es todo». Ella cerró la limitada lejanía entre nosotros, flotando sobre mí intimidantemente. «Te he metido veinticinco años de sinceridad. Te he rendido todo lo que siempre quisiste. Todo lo que pido es que me pagues con la ofrenda de alimentar vivo nuestro negocio». «Y lo haré, sin embargo no ahora», respondí con imperturbabilidad. El lío no iría a ninguna parte en mucho periodo. Éramos básicamente los nuevos Hilton. ¿qué la estaba comiendo? ¿por qué de repente estaba tratando de obligarme a esto?