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Reseña del libro La muñeca de bratva novela
Reseña literaria de La muñeca de bratva novela
La muñeca de bratva novela pdfLa muñeca de bratva de Giss Vargas novela pdf descargar gratis leer online JoyreadAnastasia Gerasimova o mejor pública como la monigote de bratva es una adulta fastídie y aparato como ninguna otra, pero tan guapa y exterminador como aguamala, sus tentadores primores son experimentados de detener a cualquier adolescente con una derrelicta equilibrada.sencillo particulares cuantos han sido hitos de la prototipo que destila por cada agujero de su epidermis, sin retengo, todos frenan algo en colectivo, ninguno ha eternizado para abonarlo.damien pavlov es un lugarteniente del caballería ruso, al cual se le solicitud la tarea de concordar a la señora crecidamente iracunda y monstruoso de todo el país para hacerla cubrir por el golpe del oficial, en su pesquisa despechada por dar con ella le pertenecerá molesto trastornarse de una dueña de agujeros tan cerúleos como el más bonito de los zafiros, hasta el punto de con escasa diferencia perder la saber.una comentarios de infamia y expiación donde nada es lo que sale, y una vez que se franqueen libres noticias determinarán abatir hasta al crecidamente fuerte.Capítulo 1 La muñeca de bratvaLas peores pesadillas son aquellas en las que se viven constantemente como si fuesen un círculo vicioso del cual no puedes escapar, aquellas dónde no sabes identificar cuál es la realidad y cuál es un mal sueño, esas que te paralizan a tal extremo de dejarte sin habla, sin respiración y hecho trizas, deseando arrancarte la piel para no volver a sufrir, pero sobre todo añorando con todas tus fuerzas que se acaben de una vez por todas. Otras veces esas mismas pesadillas son las que te impulsan a sobrevivir cada día como si fueses un maldito robot sin ánimos para sentir, llorar e incluso vivir, pero que son tu aliciente para llevar a cabo tu más ansiado deseo, tu sed de venganza. Dicen que la venganza es un plato que se come frío, esperando el momento oportuno para atacar y que una vez que logremos nuestro cometido, nuestra alma al fin estará en paz. Pero ¿qué ocurre cuando estás tentada a dejar de lado tu venganza por un hombre que te hace desear estar más viva que nunca, incluso ser otra persona? ¿Podrías dejarla de lado aun cuando ese hombre desconoce tu verdadera identidad? ¿Podrá ser capaz de aceptarte sin importarle tu terrible pasado y presente? ¿Será que los malos realmente son tan malos como nos han hecho creer a lo largo de la vida y que los buenos siempre hacen las cosas correctamente en pro de la gente más desfavorecida? ¿Qué sentirías si te digo que esta vez los malos son los más buenos con los que podrías haberte encontrado, pero que simplemente todo se trata de la perspectiva en que lo veas? «Lo peor que hacen los malos es obligarnos a dudar de los buenos.» Jacinto Benavente Damien Pavlov Después de algunos meses fuera del país, por fin regreso a mi amada Rusia, estoy tan agotado que manejo con precaución de no ocasionar un accidente, cuando al fin estoy cerca de llegar a mi casa, mi móvil comienza a vibrar una y otra vez. —¡Maldita sea! —expreso molesto. Aún no me instalo y seguramente ya desean que tome alguna misión, tomó el móvil y acepto la llamada. —¿Con el Teniente Pavlov? —inquiere la voz del otro lado. —Sí, él habla —respondo más hosco de lo normal. —Solicitamos su presencia en el Hospital Burdenko lo antes posible. —¿Para qué se me solicita? Mi trabajo no es atender pacientes en el hospital, soy Teniente General del ejército… —Eso lo sé perfectamente Teniente, p-pero debe de venir para el reconocimiento de un cuerpo, creemos que se trata del Coronel General Pavlov y como usted es su único familiar no nos quedó más remedio que contactarlo —se explica la voz del otro lado, en este momento freno en seco, mi tío es casi como un padre para mí no puede ser posible que esté muerto, hace unos días hable con él y se encontraba bien. —En este momento voy para allá —replico en cuanto logro encontrar mi voz. —Cuando llegué a recepción pregunté por el doctor Dobrow. Después corta la llamada, por lo que doy la vuelta y esta vez manejo lo más rápido que puedo sin importarme todas las infracciones que me lluevan en este momento. Después de casi media hora llegó al hospital y me estacionó con tanta prisa que ocupó dos lugares, bajo y corro hasta la recepción, una vez allí me dirijo a la chica que se encuentra detrás del mostrador. —¡B-buenas tardes! ¿En qué puedo ayudarlo? —pregunta la chica y noto como sus mejillas se tornan carmesí al verme, al igual que bate sus pestañas constantemente, ruedo los ojos bastante molesto, en este momento no me interesa flirtear con esta mujer. —Estoy buscando al doctor Dobrow, soy el Teniente Pavlov. —¡Oh!, Teniente Pavlov, por favor al final de este pasillo da vuelta a mano derecha y en la primera puerta encontrará la oficina del director, ya lo está esperando —me indica con rapidez, pero también su tono de voz ha cambiado por uno de lástima. La fulminó con la mirada y sigo sus indicaciones sin siquiera darle las gracias. Tocó a la puerta y después de unos segundos la voz del otro lado me permite pasar, observo al hombre detrás del escritorio, es un tanto mayor, tal vez unos sesenta años. —Soy el Teniente Pavlov —me presento antes de que pregunte mi nombre. —Teniente, gracias por venir, lamento conocerlo en estas circunstancias. —Me tiende la mano y me indica que tome asiento—. Antes de que lo lleve a la morgue debo informarle que lo que verá a continuación no es nada agradable. —¿A qué se refiere con eso? —inquiero con el ceño fruncido, el hombre lanza un suspiro y me observa fijamente por unos segundos antes de responder. —Encontramos a esta persona en un callejón en Basmanni, tenía una herida de bala en el estómago y otra en la cabeza, pero lo que más nos sorprendió es que con una herida en esa parte del cuerpo aún permanecía con vida, todo parece indicar que los que hicieron eso sabían que de esa forma él sufriría aún más y bueno eso no es todo… —¿Cómo que no es todo? —pregunto con mis manos en puños al imaginar algo semejante, «¿Quién puede ser tan cruel como para hacer algo así contra otro ser humano?» —Está totalmente irreconocible debido a todos los golpes que recibió, por lo que es difícil para nosotros estar seguros si se trata del Coronel. —Un escalofrío me recorre el cuerpo al pensar que se trata de mi tío. —¡Quiero verlo! —expreso al tiempo que me pongo de pie. —En ese caso sígame por favor Teniente. Abre la puerta y nos dirigimos hasta el ascensor, el cual baja hasta el sótano, de ahí salimos a un pasillo amplio, un tanto lúgubre, con unas cuantas lámparas que cuelgan del techo, al final de este diviso unas puertas dobles. Cuando las traspasamos, veo a otros doctores haciendo unas cuantas anotaciones en unas gavetas donde reposan los cuerpos en espera de que sus familiares vengan a reclamarlos, se acerca a una de ellas donde se aprecia una etiqueta con la leyenda “Calidad: Desconocido, aunque posiblemente se trate del Coronel General Pavlov”, abre la pequeña gaveta y cuando levanta la sábana blanca que cubre el cuerpo no puedo evitar una arcada. —¿Puedo ver su mano izquierda? —pido al recordar que mi tío, tiene una cicatriz en diagonal en la parte interna a la altura de su muñeca y mide unos diez centímetros de longitud. Mis pies se tambalean un poco al darme cuenta de que esa persona que reposa en este horrible lugar no es otra más que mi tío, ese hombre que desde hace años se convirtió como en un padre para mí, cuando mis padres murieron en ese accidente de avión, hoy también se ha marchado de mi lado, dejándome completamente solo. —No es necesario que pregunte si se trata del Coronel, su expresión lo dice todo. —Cubre el cuerpo con la sábana y salimos del lugar hasta llegar nuevamente a su oficina—. Hable con los altos mandos de Las Fuerzas Armadas, ellos se pondrán en contacto con usted para tratar el tema del Coronel, pero por lo que deduzco me parece que fue un ataque directo. —Solamente asiento como un autómata incapaz de procesar todo lo que ha sucedido en los últimos minutos. —Gracias por ponerse en contacto conmigo. —Lamento mucho su pérdida Teniente Pavlov, el Coronel siempre fue alguien honorable y esperamos que su asesinato no quede impune. —Me tiende la mano a modo de despedida, se la estrecho y luego salgo como alma que lleva el diablo. Debo de ir al cuartel y averiguar quién fue el hijo de puta que se atrevió a hacerle esto a alguien como mi tío, él quien siempre fue un hombre ejemplar y que arriesgo su vida en innumerables ocasiones para que nuestro país estuviese libre de peligro, ahora yace en espera de que encuentre a su asesino. Subo a mi auto y cuando estoy por encender el motor recibo una llamada, sin dudarlo contesto esperando que se trate de alguien del cuartel. —¡Buenas tardes! ¿Con el Teniente Pavlov? —pregunta una voz gruesa al otro lado de la línea. —Sí, él habla, ¿es del cuartel? —inquiero sin perder tiempo. —Sí, Teniente, me imagino que ya sabe la lamentable noticia, ante todo mi más sentido pésame. Soy el General Kazakov, me gustaría hablar con usted sobre el caso del Coronel, espero pueda verlo esta misma tarde en el cuartel, es sumamente urgente. —Justo me dirigía hacia allá. —Perfecto, en ese caso nos vemos en un rato. —Corto la llamada y me dirijo al cuartel sin perder tiempo, al menos una hora después llego al lugar y en cuanto me reconocen me dejan pasar, a todos aquellos con los que me encuentro durante mi camino a la oficina del General me miran con un poco de lástima, mientras otros me dan el pésame. —¡Buenas tardes, General Kazakov! —saludo en cuanto este me permite pasar. —Adelante Teniente Pavlov, por favor tome asiento. —Me mira unos instantes y sin agregar nada saca una carpeta de uno de los cajones de su escritorio, la cual me tiende—. Este es un caso que el Coronel estaba investigando, se trata sobre La muñeca de Bratva, por favor léalo con detenimiento en cuanto tenga tiempo. —¿Qué tiene esto que ver con el asesinato de mi tío? —Tiene mucho que ver, creemos que esa mujer es la responsable del asesinato del Coronel, desde hace meses estaba investigándola y hace unos días me comentó que ya había dado con su ubicación actual, sin embargo, me pidió esperar unos días para armar una redada y poder capturarla, pero como podrá darse cuenta no le fue posible llevar a cabo su misión. —Aprieto las manos en puños y comienzo a revisar toda la información sobre esa maldita bruja. —¿Por qué no hay foto de la mujer? Es más, no se tienen datos concretos sobre ella, ni un nombre, edad, hombres de confianza, todo parecen teorías acerca de su identidad —argumento con el ceño fruncido. —Por qué todos aquellos que la ven no han sido capaces de dar una descripción física de esa mujer —lo miro sin comprender sus palabras, por lo que se explica—: lo que se sabe es que todos aquellos que la conocen quedan cautivados por su belleza, sin embargo, no vuelven a ver la luz del Sol, una vez que se cruzan en su camino —sentencia con pesar. —¿Si es así como es que mi ti… el Coronel había dado con su ubicación? —Como podrá leer en el expediente se menciona que hay mucha gente a su alrededor que desea su cabeza, por lo que me atrevo a suponer que alguien la delato, es muy probable que haya tenido contacto con el Coronel y de esta forma él dio con su ubicación. Sé que es muy pronto para hablar sobre el tema, pero como podrá darse cuenta hay que dejar de lado el sentimentalismo y dedicarnos a hacer nuestro trabajo, queremos que tome el cargo de Coronel General y su misión sería dar con La muñeca de Bratva. —Yo no puedo aceptar, como usted mismo lo dijo General es muy pronto… —Déjeme decirle que no le ofrecemos el cargo por qué su tío haya sido Coronel, consideramos que usted es el más experimentado para llevar a cabo esta misión y tiene más conocimientos que el resto de los hombres, todos sus logros, hablan por ello —explica mientras me mira seriamente. Me quedo pensando un momento y sé que sus palabras son ciertas, he dado todo de mí para lograr ser el mejor, además de que si es verdad que esa maldita mujer fue la causante de la muerte de mi tío, no descansaré hasta asesinarla con mis propias manos. —En ese caso acepto. —Es la mejor decisión que ha tomado Teniente, haremos todo el protocolo para despedir a su tío como se merece por los servicios prestados al país y luego haremos el anuncio pertinente para dar a conocer su ascenso, por favor estudie cuidadosamente este caso, es importante para nosotros poder detener a esa mujer y a todos sus compinches cuanto antes. Y como se lo dije por teléfono, mi más sentido pésame, el país ha perdido a un gran hombre. —Me limito a asentir ante sus palabras, me levanto de mi lugar y estrecho su mano antes de salir. —Te lo juro que así sea lo último que haga, me vengaré de La muñeca de Bratva —susurro a la nada, como si de esta forma mi tío pudiese escuchar mi promesa.