Descargar Caliente para el jefe de AKASH HOSSAIN en EPUB | PDF | MOBI
De que tema va Caliente para el jefe de AKASH HOSSAIN
La sinopsis de Caliente para el jefe de AKASH HOSSAIN
Caliente para el jefe de AKASH HOSSAIN pdfCaliente para el jefe de AKASH HOSSAIN pdf descargar gratis leer online«Quítate la ropa», dijo en un tono inconfundible.
‘Quítate la ropa’, dijo en un tono inconfundible. Estaba muy cachondo, igual que yo, pero dudé, ya que no suele ser buena idea hacer este tipo de cosas con el jefe.
Llevaba unas semanas trabajando en la empresa, solicitando por capricho el puesto de administrativo para una pequeña empresa de importación. Ni en un millón de años pensé que lo conseguiría, mi estilo era distinto y no iba a cambiarlo por nadie.
Lo único que hice de forma diferente fue peinar mi pelo corto y oscuro, normalmente en punta. Al mirarme al espejo me di cuenta de que me parecía a mi madre y puse cara de circunstancias.
Fui a la entrevista de trabajo, con mi nariz y mi piercing en la lengua intactos. Si tenían algún problema con mi aspecto, pues que se jodan, mi jefe en la tienda de comestibles era un encanto, lo único que hacía era hacerle una mamada de vez en cuando y él se encargaba de cualquier queja sobre mi actitud.
Había estudiado secretariado y contabilidad en la escuela, bueno, estudiado es tal vez el término incorrecto, pero hice que mi CV se viera bien y era un papel junior, por lo que podrían arriesgarse conmigo, ¿quién sabía?
La recepcionista me miró dos veces a pesar de que me había cepillado bien el pelo y no llevaba una falda demasiado corta y luego me condujeron a la sala donde iba a ser la entrevista. Pude ver a la administradora Mary sorprendida incluso por las pequeñas cosas que podía ver en el exterior.
Por alguna razón los nervios me estaban volviendo loca y no sabía por qué. Si no lo conseguía volvería al trabajo, me disculparía por no haberme presentado como se suponía y se la chuparía a Craig en la trastienda. No hay problema.
Mary y yo tuvimos una pequeña charla y pude ver que era reacia a contratarme. Yo había sido educado; simplemente le caí mal por las vibraciones que estaba recibiendo.
Estaba a punto de decirme que no me consideraba adecuado cuando él entró. Me quedé con la boca abierta al verle. El jefe de este lugar era un verdadero dios del sexo.